Peresoso
En Noviembre de 2008 un habitante de Rurrenabaque nos entregó un perezoso. Unos madereros lo habían encontrado al bajar por el río Beni y simplemente lo habían recogido, para poder venderlo en Rurrenabaque. Afortunadamente, poco tiempo después de estar en la civilización, encontró en la estación un lugar con tranquilidad y abundante alimento para volver solo y tranquilamente a la libertad. Con suerte podemos observarlo en las caminatas en la selva colgado de algún árbol.